lunes, 29 de junio de 2015

LA MEDITACIÓN DEL VIEJO PESCADOR



Olas, aunque bailen a mis pies como niños jugando,
Aunque brillen y destellen, aunque zumben y corran a toda velocidad;
En otros Junios más cálidos que los de ahora, las olas eran más alegres,
En los tiempos en los que yo era un niño con el corazón aun sin heridas.

Los arenques ya no están en las corrientes, como lo estaban antiguamente;
¡Mi pena!, recuerdo el chirrido que dejaba la nasa en la carretilla
Que llevaba a vender la pesca al pueblo de Sligo,
En los tiempos en los que yo era un niño con el corazón aun sin heridas.

Y ah, tú, orgullosa doncella, ya no eres tan bella cuando su remo
Se escucha sobre el agua, como ellas eran cuando, orgullosas y apartadas,
Se paseaban en el crepúsculo por las redes tendidas sobre la orilla pedregosa,
En los tiempos en los que yo era un niño con el corazón aun sin heridas.
Sligo, Irlanda.

viernes, 26 de junio de 2015

ALLÁ EN LOS JARDINES DE SALLEY



Allá en los jardines de Salley mi amor y yo nos encontramos;
Ella caminó por los jardines de Salley con sus pequeños pies de blanca nieve.
Me invitó a que tomara el amor con naturalidad, como las hojas crecen en el árbol;
Pero yo, joven y tonto, no iba a estar de acuerdo con ella.

En el prado cerca del río mi amor y yo nos detuvimos,
Y en mi hombro inclinado ella recostó su mano de blanca nieve.
Me invitó a que tomara la vida con naturalidad, como el pasto crece en los diques;
Pero yo era joven y tonto, y ahora estoy lleno de lágrimas.

jueves, 25 de junio de 2015

A UNA ISLA EN EL AGUA


Tímida, tímida,
Tímida de mi corazón,
Ella se mueve a la luz del fuego
Pensativamente alejada.

Ella lleva adentro los platos,
Y los coloca en hilera.
A una isla en el agua,
Con ella me iría.

Ella entra las velas,
Y enciende la habitación cortinada,
Tímida en la entrada,
Y tímida en la penumbra;

Y vergonzosa como un conejo,
servicial y tímida.
A una isla en el agua
Con ella volaría.

lunes, 22 de junio de 2015

EL NIÑO ROBADO



Donde las rocosas tierras altas                                                     
Glen-Car waterfalls (Irlanda)

Del bosque de Sleuth caen en el lago
Yace una frondosa isla
En la que las garzas con su aleteo despiertan
A las somnolientas ratas de agua;
Allí hemos escondido nuestras cubas encantadas
Llenas de bayas
Y de las más rojas cerezas robadas.
¡Aléjate, oh niño humano!
Hacia las aguas y lo salvaje
Con un hada, mano con mano
Porque el mundo está más lleno de llanto de lo que puedes comprender.

Donde la onda del rayo de luna hace brillar
Las sombrías y grises arenas con su luz
A lo lejos, por el lejano Rosses,
Caminamos toda la noche,
Hilando antiguas canciones,
Mezclando las manos y mezclando miradas
Hasta que la luna hubo levantado vuelo;
Hacia aquí y hacia allá brincamos
Y perseguimos las espumosas burbujas,
Mientras el mundo está lleno de problemas
Y es ansioso aun en su sueño.
¡Aléjate, oh niño humano!
Hacia las aguas y lo salvaje
Con un hada, mano con mano
Porque el mundo está más lleno de llanto de lo que puedes comprender.

Donde las vagabundas aguas manan a borbotones
Desde las colinas bajo Glen-Car,
En estanques entre los juncos
Que apenas podrían enjugar una estrella,
Nosotros buscamos somnolientas truchas
Y susurrando en sus orejas
Les dejamos sueños intranquilos;
Inclinándonos suavemente
Desde los helecho que dejan caer sus lágrimas
Sobre los jóvenes riachuelos.
¡Aléjate, oh niño humano!
Hacia las aguas y lo salvaje
Con un hada, mano con mano
Porque el mundo está más lleno de llanto de lo que puedes comprender.

Lejos, junto a nosotros, él está yendo
El de ojos solemnes:
Ya no oirá los mugidos
De los terneros sobre la tibia colina
Ni la caldera sobre el hornillo
Cantar en paz dentro de su pecho,
Ni verá al castaño ratón subir y bajar
Y girar alrededor del arca de la avena.
Porque ahí viene, el niño humano,
Hacia las aguas y lo salvaje
Con un hada, mano con mano
Desde un mundo más lleno de llanto de lo que puede comprender.